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Tras nuevos aranceles contra el ingreso de productos de la madera: Casi el 60% de las exportaciones chilenas a EE.UU quedarán expuestas a sobretasas este mes.
El nuevo arancel específico anunciado por la administración del Presidente Donald Trump para las importaciones de madera en Estados Unidos añade incertidumbre al futuro del flujo comercial chileno hacia este país.
La nueva sobretasa del 10% comienza a regir desde el próximo martes, momento a partir del cual un 58,2% de todos los envíos nacionales al país norteamericano quedarán expuestos a tarifas.
Este cálculo, llevado a cabo por el Ocec-UDP, refleja la proporción del valor total importado de productos chilenos por Estados Unidos que ahora quedarán afectos a aranceles, respecto del total ingresado durante todo 2024, utilizando la base de datos de la Comisión para el Comercio Internacional de Estados Uni-dos.
El efecto del nuevo arancel demuestra ser considerable, pues la exposición previa a este importe sobre la madera era de 52,6% para el total de los despachos nacionales.
Existe otro grupo de productos (muebles, tapizados, etc.) que ya estaban expuestos al arancel recíproco y ahora enfrentan una tasa mayor, de hasta 25%, pero su peso relativo en la canasta exportadora es bajo.
Mercado clave
En términos relativos, el mercado estadounidense es el más relevante para este sector, con exportaciones que, según datos de Aduanas, sumaron US$ 1.062 millones FOB (sin considerar costos de flete y seguros) en 2024, lo que equivale al 46% del total exportado de estos productos en el período.
Es por lejos el destino más relevante, seguido por México (11,2%) y Japón (7%). En el sentido opuesto, los importadores estadounidenses cuentan con una dependencia mucho menor a la madera chile-na, que representa el cuarto principal país de origen -con un 4,6% del total-, después de Canadá (47,3%), China (8,9%) y Brasil (6,9%).
Con todo, el investigador del observatorio UDP Antonio Espinoza considera que no debería constatarse un efecto significativo, al menos en el corto plazo, pues argumenta que «la madera es un bien sumamente importante para Estados Uni-dos, en especial para la industria de la construcción. Lo anterior permite deducir que la cantidad demandada de madera debería ser relativamente poco sensible a cambios en el precio (…).
A eso se debe sumar que la implementación de los aranceles aplicaría para todos los países, por lo que Chile no debería tener pérdida de competitividad relativa.
Impacto general
Por sí mismo, incluso antes de la vigencia de estos aranceles, el sector forestal y de muebles de madera arrastra tres meses a la baja en sus exportaciones. Sin embargo, en el balance general
«no se visualiza un impacto real, porque el peso con respecto a las exportaciones totales no supera el 2%» , explica Francisco Labarca, economista y académico UDD.
En este sentido, considerando el impacto estimado de los nuevos aranceles sobre la madera, el economista y académico de la USS Mauricio Carrasco aventura una estimación: «Un cálculo preliminar sugiere un efecto potencial algo superior a los USS 20 millones en pérdida de exportaciones.
Con todo, tal como ha pasado con las exportaciones en general, el efecto final dependerá de varios factores, por de pronto la estrategia diplomática del Gobierno y de comercialización de las empresas, posibles desvíos de comercio, entre otros».
La estrategia negociadora puede ser clave, considerando que el anunciado arancel también incorpora una segunda etapa, en la que puede escalar hasta 30% en enero de 2026, a menos que se pacte lo contrario de manera bilateral, como ocurrió con Japón o la Unión Europea.
Chile mantiene negociaciones abiertas con EE.UU., pero sin fecha específica de cierre. Las restricciones arancelarias en Estados Unidos, uno de los mayores socios comerciales del país, no han desalentado la recuperación de las exportaciones chilenas al extranjero.
En septiembre, los envíos nacionales tuvieron un crecimiento interanual de 8,1%, y el tercer trimestre cerró con despachos totales por US$ 24,2 mil millones, lo que equivale a un incremento de 1,9% en relación con el mismo período de 2024.
Si bien es un resultado más acotado que la expansión de 5,2% y 7,1% de los dos primeros trimestres, revierte las variaciones negativas que se habían registrado en julio y agosto. De hecho, el balance general de lo que va del año muestra que los aranceles de Trump no han tenido un efecto agregado, pues las exportaciones por US$ 76,9 mil millones registradas entre enero y septiembre son un 4,7% más altas que hace doce meses.
En este resultado mensual incidió el buen desempeño de los envíos mineros (4,6%), un salto marcado en la categoría de bienes agropecuario-silvícolas y pesqueros (42,5%) y también una variación significativa del sector industrial (10%). Una tendencia similar se observa en las cifras parciales entre enero y septiembre, con los tres sectores registrando una variación positiva en relación con 2024.
Caída y repunte
Más allá del balance total, los datos muestran que la política comercial de la administración Trump sí se ha reflejado en el flujo de exportaciones, aunque el efecto se ha ido asimilando. Los envíos al país norteamericano comenzaron a resentir el impacto de las sobretasas recíprocas de 10% vigentes a partir de abril con cierto rezago, registrando variaciones negativas en junio (-4,9%), julio (-8%) y agosto (-36,1%), pero en septiembre repuntaron con un alza de 14,6%. Al igual que en el resultado global, eso sí, las exportaciones chilenas a este país suman en el acumulado anual US$ 12,9 mil millones, un 10,1% más que a esta misma altura el año pasado.
Camila Figueroa, gerenta de Finanzas Corporativas en la consultora PKF, cree que esto se explica en parte por la naturaleza rezagada de la transmisión comercial, donde existen contratos de venta anticipada con condiciones que se fijan con antelación. También estima que hay compensaciones macroeconómicas, pues ‘el tipo de cambio real depreciado ha permitido mantener la competitividad externa (…). A esto se suma la recuperación de precios en bienes primarios —como el cobre, el litio y ciertos productos forestales— que han contribuido a sostener el valor exportado’.
