Noticias • 2021-10-04
Imacec anticipa un 2022 flojo en crecimiento y alto en inflación.
Nueva publicación del Sr. Rafael Romero, Socio de PKF Chile Finanzas Corporativas, sobre el IMACEC, en el diario La Segunda.
La acelerada actividad amenaza con sobrecalentarse y ponerle problemas al próximo Presidente.
Como la mañana siguiente después de una gran fiesta. Hay que ordenar y limpiar con resaca y dolor de cabeza. La economía chilena del 2022 estará lejos de los grandes números de crecimiento que está exhibiendo hoy, como si tuviera un motor a chorro y deberá volver a remar.
El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) superó otra vez las expectativas, ahora en el octavo mes del año, cuando llegó al 19,1%, mientras el mercado esperaba entre un 16% y un 18%. De este modo, extiende la racha de crecimientos mensuales por sobre los dos dígitos que comenzaron en abril, con un 14,1%, y siguieron en mayo (18,1%), junio (20,1%), julio (18,1%) y ahora agosto.
Una danza de cifras alentadoras, pero que responde a una 'realidad irreal' que no se extenderá en el tiempo. Es producto, principalmente, de 'una mayor apertura de la economía, las medidas de apoyo a los hogares, los retiros parciales de los fondos previsionales y la menor base de comparación de agosto del año anterior'. Son razones repetidas en los meses anteriores y que, en la medida que el país restablezca su normalidad pospandemia, dejando atrás las comparaciones con los frágiles meses del año pasado, se vayan acabando los subsidios estatales como el Ingreso Familiar de Emergencia (que termina en diciembre) y las personas terminen de gastar el dinero retirado de sus ahorros de pensiones, son números que no van a volver, según coinciden los especialistas.
'El crecimiento del próximo año va a ser significativamente menor al que estamos observando para estos meses y por cierto, para todo el 2021. Los factores son varios, pero el principal, es que el impulso a la demanda agregada que se ha dado, ya habrá terminado, tendremos tasas de interés más altas y estaremos comparándonos el 2022 respecto de un 2021 que nos dejará una alta base de comparación', dijo Rodrigo Montero, decano de Administración y Negocios de la U. Autónoma.
El gran impulsor del Imacec de agosto fue el consumo, pues el comercio creció 25,5% y servicios, un 22,4%, gracias a educación y salud, y también a transporte, hoteles y restaurantes. La producción de bienes también fue sólida, con un aumento del 10,9%, en especial por el crecimiento del 19,6% en la construcción y del 14,8% en la industria manufacturera. La minería cayó un 1,7%.
El problema es que estas elevadas tasas tienen costos, algunos de los cuales, como las alzas de precios, ya los estamos pagando. 'Todo lo que se sobrecaliente la economía este año significa menor crecimiento futuro, dado que obligará a una mayor consolidación fiscal y disparará una mayor inflación, obligando al Banco Central a responder más agresivamente con el retiro de los estímulos monetarios', explica David Kohn, académico del Instituto de Economía de la U. Católica.
Mientras más sube este año, más baja el próximo.
Con tasas tan expansivas, es probable que el 2021 la economía crezca incluso más del 10%, una cifra tan históricamente buena como el negativo récord de la contracción del 5,8% en el 2020. Sin embargo, en la medida que las predicciones para este año suben, los cálculos para el próximo bajan. Por tanto, ahora los economistas ya estiman que el próximo Presidente de Chile debutará con una débil expansión anual de entre un 1% y un 2%.
Y para empujar un mayor crecimiento, hay factores determinantes: 'la dinámica inflacionaria, el programa político fiscal, la recuperación del mercado laboral y de los sectores de industria y servicios y el desarrollo de la inversión', cree Claudia Sotz, economista jefe de Tanner. Y a esto se agrega la alta incertidumbre a nivel político y en materias como la tributaria, dice Rafael Romero, economista de PKF Chile. 'Son temas que se tienen que ir resolviendo', agrega.
El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) superó otra vez las expectativas, ahora en el octavo mes del año, cuando llegó al 19,1%, mientras el mercado esperaba entre un 16% y un 18%. De este modo, extiende la racha de crecimientos mensuales por sobre los dos dígitos que comenzaron en abril, con un 14,1%, y siguieron en mayo (18,1%), junio (20,1%), julio (18,1%) y ahora agosto.
Una danza de cifras alentadoras, pero que responde a una 'realidad irreal' que no se extenderá en el tiempo. Es producto, principalmente, de 'una mayor apertura de la economía, las medidas de apoyo a los hogares, los retiros parciales de los fondos previsionales y la menor base de comparación de agosto del año anterior'. Son razones repetidas en los meses anteriores y que, en la medida que el país restablezca su normalidad pospandemia, dejando atrás las comparaciones con los frágiles meses del año pasado, se vayan acabando los subsidios estatales como el Ingreso Familiar de Emergencia (que termina en diciembre) y las personas terminen de gastar el dinero retirado de sus ahorros de pensiones, son números que no van a volver, según coinciden los especialistas.
'El crecimiento del próximo año va a ser significativamente menor al que estamos observando para estos meses y por cierto, para todo el 2021. Los factores son varios, pero el principal, es que el impulso a la demanda agregada que se ha dado, ya habrá terminado, tendremos tasas de interés más altas y estaremos comparándonos el 2022 respecto de un 2021 que nos dejará una alta base de comparación', dijo Rodrigo Montero, decano de Administración y Negocios de la U. Autónoma.
El gran impulsor del Imacec de agosto fue el consumo, pues el comercio creció 25,5% y servicios, un 22,4%, gracias a educación y salud, y también a transporte, hoteles y restaurantes. La producción de bienes también fue sólida, con un aumento del 10,9%, en especial por el crecimiento del 19,6% en la construcción y del 14,8% en la industria manufacturera. La minería cayó un 1,7%.
El problema es que estas elevadas tasas tienen costos, algunos de los cuales, como las alzas de precios, ya los estamos pagando. 'Todo lo que se sobrecaliente la economía este año significa menor crecimiento futuro, dado que obligará a una mayor consolidación fiscal y disparará una mayor inflación, obligando al Banco Central a responder más agresivamente con el retiro de los estímulos monetarios', explica David Kohn, académico del Instituto de Economía de la U. Católica.
Mientras más sube este año, más baja el próximo.
Con tasas tan expansivas, es probable que el 2021 la economía crezca incluso más del 10%, una cifra tan históricamente buena como el negativo récord de la contracción del 5,8% en el 2020. Sin embargo, en la medida que las predicciones para este año suben, los cálculos para el próximo bajan. Por tanto, ahora los economistas ya estiman que el próximo Presidente de Chile debutará con una débil expansión anual de entre un 1% y un 2%.
Y para empujar un mayor crecimiento, hay factores determinantes: 'la dinámica inflacionaria, el programa político fiscal, la recuperación del mercado laboral y de los sectores de industria y servicios y el desarrollo de la inversión', cree Claudia Sotz, economista jefe de Tanner. Y a esto se agrega la alta incertidumbre a nivel político y en materias como la tributaria, dice Rafael Romero, economista de PKF Chile. 'Son temas que se tienen que ir resolviendo', agrega.